miércoles, 27 de mayo de 2015

Lo sólido y el resquicio

Si por algo destaca el conjunto de Markevych es por su solidez. Todas las miradas se centran, como no puede ser de otra manera, en la figura del “10”. En Konoplyanka. El talentoso jugador ucraniano, que finaliza contrato el próximo mes de junio, es la nota de calidad en un conjunto repleto de trabajo. Porque si algo caracteriza al Dnipro es su capacidad para minimizar los valores primordiales del rival. Así se ha visto a lo largo de la competición, en una Europa League donde ha cobrado peaje a Olympiakos y Ajax, entre otros.

El Sevilla, por su parte, no envidia a su rival en demolición de contrincantes en su camino a Varsovia. Borussia Monchengladbach, Villarreal, Zenit y Fiorentina, por ese orden, han sucumbido al equipo que, probablemente, mayor entramado táctico ha ofrecido en la competición europea. Por ello, llegados al punto culminante de la misma, su presencia se considera propia a la del favoritismo. Con todas las salvedades que ello puede conllevar en un cita tan señalada. En un final. No obstante, varias son las razones por las cuales el Dnipro se define como un equipo complejo de abordar.

Estructura defensiva
Su estructura defensiva se forma, sin ningún tipo de reparo, con una línea de cinco jugadores en el centro del campo cuando así lo consideran oportuno. De tal manera, la ubicación espacial de los extremos se ubica a la altura de los mediocentros, siendo un activo más, en cada banda, para taponar las llegadas del equipo rival y mantener una erradicación de concesión de espacios muy elevada. Pero en esta organización se produce una variante, mediante la cesión de libertad a un jugador, que aporta aún más al equipo un toque de complejidad.

Salida Rotan

Si habitual es ver a extremos defendiendo, la presencia de un mediapunta también se iba a ajustar a tales parámetros. Rotan puede salir a realizar la presión al mediocentro o defensa rival, incitando al rival a dar un pase en largo, y puede llevar a cabo una marca al hombre a un centrocampista del equipo contrario. Con esta segunda acción lo que se pretende, de manera directa, es reducir su flujo de juego al máximo. Incluso hasta evitando que llegue a entrar en contacto con el balón. Normalmente se produce cuando el jugador contrario posee cualidades aptas para la circulación de balón. Aunque, paralelamente, esa merma de espacios también genera que el defensa sea el encargado de producir la salida de balón en la primera línea de exposición, no teniendo compañeros libres de marca por la estructura defensiva del Dnipro.

Marcaje Rotan I
Marcaje Rotan II








































A su vez, la actuación de los dos centrocampistas, Fedorchuk y Kankava, es tan complementaria que genera dudas en la transición del rival. Cuando se encuentran en fase defensiva, la colocación de ambos se suele producir en paralelo, formando un doble pivote permitido por la acción de Rotan. Ahora bien, ello no significa que no tengan libertad para adelantar metros y salir a la presión a zonas más avanzadas. Dibujo táctico que se modifica cuando atacan, siendo Kankava quien se sitúa como interior diestro y Fedorchuk como pivote, más retrasado. Circunstancia que, obviamente, no pasa desapercibida para el conjunto español. Así lo expresaba el director deportivo del Sevilla en la previa del partido.


Fundamentalmente lo que conocemos es lo que hemos visto durante su trayectoria. El esquema de juego lo tenemos más o menos claro: un equipo tácticamente ordenado, férreo, muy físico, poco desordenado. Es difícil pillarlos fuera de lugar o con la defensa baja porque son disciplinados, sacrificados y solidarios. Por tanto, sería un equipo algo similar al Sevilla: trabajado tácticamente, físicamente fuerte y disciplinado. Y tienen un jugador por encima del resto como es Konoplyanka, con una calidad tremenda. Va a ser difícil cogerlos desordenados y a la contra. Yo imagino que ellos van a esperarnos porque es lo que han hecho para llegar aquí. Confían en eso y se sienten fuertes así. (Ramón Rodríguez Vermejo, “Monchi”, Diario MARCA, 25-05-15)


Pero en las semifinales de la UEFA Europa League, disputadas ante el Napoli italiano, el combinado de Markevych ofreció una carencia defensiva con un sector como pauta común. Al posicionar dos líneas defensivas tan juntas, en ocasiones uno de los extremos se ubicaba a la misma altura que la zaga defensiva, no sabiendo en ocasiones si centrarse en la marca del extremo rival o del lateral.

Espacio I
Espacio II








































En el sector derecho, entre Fedetskiy y Luchkevych, las incursiones de Ghoulam e Insigne fueron una constante. De hecho, hasta Higuaín, delantero centro del Napoli, realizaba las diagonales a la espalda de la defensa hacia ese mismo territorio del terreno de juego. El porcentaje de juego que se realizó por esas parcelas del campo, según datos de WhoScored, ascendió hasta el 50% del total. 

Pases y ratios de acierto
Territorio de actuación











































Y los mapas de calor (WhoScored) de Ghoulam e Insigne reflejan la participación elevada y continua en el juego del Napoli. Tanto que, incluso, son los jugadores que más centros al área realizaron, con ocho envíos cada uno. Fueron, además, de los seis jugadores del equipo italiano que más pases llevaron a cabo, con unos ratios de acierto en los mismos que registran un 79.3% como dato más bajo. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

Se defiende (mal) arriba

Con la novedad de Sergio Ramos en el centro del campo, su aparición junto a Kroos tuvo grandes críticas tras la derrota del Real Madrid en Turín. Alegando falta de circulación de balón y pérdidas en la zona central, el doble pivote del conjunto blanco no supo o pudo minimizar las subidas de los interiores. 

La primera línea de presión del Real Madrid, formada por Cristiano Ronaldo y Gareth Bale en posiciones centradas  y James e Isco en los costados, fue incapaz de contrarrestar la salida de balón del equipo italiano. Y a partir de ahí, las superioridades en el centro del campo frente a la pareja Kroos-Sergio Ramos.

Chiellini, actuando de defensa izquierdo, combinó con Evra, el lateral de la misma banda, no fallando ningún pase a lo largo de todo el partido. Lichsteiner, lateral derecho, hizo lo propio con Marchisio, interior derecho, con un 89% de acierto en sus pases. Y todos ellos formaban triángulos de actuación con Andrea Pirlo. 

Los envíos del italiano se produjeron, en primera instancia, con Chiellini y Lichsteiner. Con una ubicación espacial acorde a la geometría triangular, siempre existía un jugador libre de marca por estas triangulaciones. Ello, sumado a un 82% de pases buenos realizados por Pirlo, la salida del balón de la Juventus superaba sin dificultades la presión del Real Madrid. 

Pases realizados por Pirlo

Y, debido a la formación de los turineses, hasta tres centrocampistas interactuaban a la espalda de los jugadores ofensivos del Real Madrid. Marchisio, Sturaro y Vidal afrontaban situaciones en superioridad numérica ante el doble pivote blanco. Algo contraproducente para los intereses de los de Carlo Ancelotti y que, finalmente, provocó que la actuación del alemán y el español quedara condicionada por estos desajustes.

Que el jugador italiano juega andando es una sensación no alejada de la realidad... pero que en ocasiones puede resultar engañosa. Ante el Real Madrid, Pirlo fue protagonista con y sin balón. Teniendo el esférico en posesión, su distribución se centró sobre Chiellini, habilitado para superar líneas de presión con sus envíos, y Lichsteiner, lateral derecho que atacaba los espacios concedidos a la espalda de Isco. 

A ello, Pirlo le sumó un despliegue de recorrido que alcanzó los 11,89 kilómetros. Fue el segundo jugador de la Juventus en este registro, sólo superado por Arturo Vidal, el cual realizó 11,96 kilómetros. Su posición en el terreno de juego fue decisiva para su equipo y ningún jugador del Real Madrid pudo minimizar su incidencia. Tal es su importancia que Allegri decidió darle descanso en la última jornada de la Serie A, donde no estuvo ni en el banquillo. 

La presencia de jugadores como el propio Vidal, Pogba, Marchisio, Sturaro y Pereyra le descargan de funciones defensivas. Algo que, a sus 35 años, agradece su juego. Mientras ‘anda’ por el campo, genera situaciones de peligro para su equipo.​