miércoles, 11 de junio de 2014

Despliegue en zona central

La capacidad física siempre ha sido un condicionante adherido al juego de la selección de Francia. Ello, de forma frontal, casa con lo implantado por Deschamps en cuanto al despliegue en zona central. Por contar con jugadores de ese perfil y por buscar un exponente gradual de iniciativas en repliegue tras recuperación o pérdida de balón rival. Así, el componente más liviano y frágil, aparentemente, se ubica en el territorio más decisivo. Más delicado. Cabaye es el mediocentro posicional, el encargado de ejecutar la creación de juego a partir de balón y el sustento combinativo que enlaza con los interiores.

No obstante, la merma en área propia es evidente. Se antoja como escasa la presencia de Cabaye y como inadecuada en referencia a matices particularmente defensivos. Cuando el jugador rival habilitado en ¾ de campo recibe el balón a la espalda de Cabaye la situación torna en una sensación de fragilidad evidente. La zaga defensiva ya ve cercana a su posición a los jugadores ofensivos rivales y ello, obviamente, supone un grave inconveniente para los intereses de Francia. Por tanto, el equilibrio no se produce de manera armónica y la transición se habilita al rival.


Espacios a la espalda de Cabaye
Cabaye MC





























Lo expuesto se produce, fundamentalmente, por la confección del centro del campo. Es ahí donde residen las variables más desequilibrantes de Francia. Matuidi y Pogba son, sencillamente, instrumentos de un gran poderío físico y una aptitud para la transición en repliegue libre de marca fuera de lo establecido como normal. Como habitual. Ello se trata de maximizar hasta unos niveles elevadísimos. Siendo esto coherente y de gran valor añadido. Tanto es así que son capaces de ofrecer aportaciones en ataque y presiones en territorios cercanos al área rival. Su recuperación por velocidad es el fundamento que cohesiona todo ello.

De gran aporte se establece, a su vez, la presencia de un delantero que sepa dar, primeramente, pausa y retención para la llegada de los citados y, seguidamente, continuidad a las transiciones. Porque lo que generan Giroud y, especialmente, Karim puede resultar decisivo en términos de espacios y permutas. Entre en este contexto, desde una banda, Valbuena. Adecuado también a generar desmarques verticales hacia zonas centrales, se define como un activo más a valorar. Y todo ello no se resiente gracias a los laterales, teniendo en Evra al único jugador que resta nivel global en actuación individual. Tanto Sagna como Debuchy y Digne se conforman como factores integrantes de la faceta ofensiva. Generando multitud de variantes. De variables.

Presión elevada de mc's
Llegada de Pogba





























El principal evento a minimizar, por tanto, se establece en los espacios concedidos a la espalda de Cabaye. Deschamps, consciente de tal hecho, deberá manejar opciones complementarias. Depositando confianza en el entramado ofensivo trazado, el dibujo esquemático de recuperación apunta a una necesidad imperiosa por recuperar balón en campo contrario. Al menos en principio.

martes, 10 de junio de 2014

Gestión como potencial maximizado

El principal problema de R. Hogdson no es extremadamente contraproducente. No si se hace alusión a lo negativo de la plantilla o juego. Hace referencia a la gestión del talento que ha sido capaz reunir Inglaterra para la cita mundialista a disputarse en Brasil. Es elevado en número y calidad. Es altamente estimulante de cara a confeccionar un grupo capaz de dominar en cualquier situación y contexto. Pero ello, obviamente, se ha de producir a raíz de implantar una idea futbolística fija. Perenne. Invariable. A partir de la cual desarrollar a la generación reinante. Y esto, precisamente, no se postula como una de las acciones a realizar por el preparador inglés a corto plazo. Resultadismo mediante.

Durante los tres partidos que ha disputado la selección en su preparación para el Mundial ha sido común vislumbrar cambios de piezas en función de los acompañantes. Esto es: la versatilidad de varias figuras y la complementariedad entre ellas permite al combinado amplias opciones dentro de la paleta fijada. Tanto en forma como en acción. Es destacable en la actuación de los centrocampistas. Se presentan dos parejas: Hendo – Steven (presumiblemente titular) y Wilshere – Frank. La primera se ubica a la misma altura y con una rigidez sorprendente. Ninguna de las piezas avanza metros de manera clara para acompañar la fase ofensiva y su función principal se centra en superar líneas de presión con pases dirigidos a la zona de ¾ de campo, así como no perder la posición y no conceder espacios a la espalda.

Hendo y Steven alineados

Radicalmente opuesto es el funcionamiento de la segunda citada. Conocido es por la opinión pública que ambos jugadores son aptos para jugar en posiciones más adelantadas y llegar al área rival. Sobre todo Frank. La gran mayoría de sus goles se han producido por disparos desde fuera del área y por llegadas a territorio rival desde segunda línea libre de marca. Esta característica se permite explotar pero resulta curioso contemplar una diferencia tan amplia entre dos parejas de centrocampistas que, a priori, deberían realizar funciones similares. Ni siquiera se ha testado una configuración mixta entre los cuatro protagonistas para equilibrar las capacidades ofensivas y defensivas de cada uno.

Wayne en banda izquierda

La temporada de Lallana, Sterling y Barkley ha sido, simplemente, superlativa. No obstante, se prevé que las venideras sean más completas. Por el crecimiento natural de sus posibilidades y por el transcurso adherido a un futbolista de corta edad. Son tres nombres con los que cuenta R. Hogdson pero, de manera titular, no formarán conjuntamente. Siendo Wayne y Sturridge indiscutibles, y contando con la baja indefinida temporalmente de Oxlade, probablemente dos de ellos pueden ser de la partida inicial. Y dependiendo de quién o quiénes sean la ubicación espacial varía.

Sterling MP
Sterling banda izquierda





























Barkley es el que condiciona la posiciones de sus compañeros. Hasta de Wayne. Así de influyente es su presencia. Porque cuando ha jugado siempre ha partido desde la mediapunta, desde su radio de acción idóneo, provocando que el jugador mejor pagado de Inglaterra se desplace a la banda izquierda. Sterling también ha contabilizado minutos en zona central pero compartiendo espacios con Barkley también se ha desplazado a banda. A la izquierda. Lallana siempre ha jugado en banda derecha, si bien las diagonales hacia el centro son una constante por su capacidad para combinar y retener el balón en posesión propia.


En principio, la elección de los acompañantes de Wayne y Sturridge y su consiguiente ubicación es la única duda para Roy a escasos momentos de comenzar su participación en la cita de Brasil. Ello contando con que la pareja procedente de Liverpool (Hendo – Steven) sea la elegida. El cuarteto Glen – Cahill – Jagielka – Baines no se discute de ninguna manera. Y, lógicamente, son los jóvenes los culpables de la indecisión reinante en fase ofensiva. Son el futuro de Inglaterra. Asomando ya como presente. 

lunes, 9 de junio de 2014

Se trata del proceso

El periplo de reconversión, de regeneración, que tiene y está experimentando Países Bajos puede llegar a ser un síntoma de crítica fácil y desidia en el espectador externo. Lo cierto es que la función de L. van Gaal, una vez más, se sustenta en el desarrollo de jóvenes jugadores y en la creación de un combinado. Ciertamente, en esta ocasión la empresa se define más complicada por ser la característica fundamental perteneciente a una selección, no a un club. Sin embargo, la clasificación como primera de grupo para el Mundial de Brasil es un buen indicativo de lo que se está germinando. Si bien, obviamente, la mirada no se puede emplear con grandes visos de grandeza. Por el momento.

Tres son los partidos que ha disputado Países Bajos en su preparación para la cita mundialista. El patrón se ha mantenido en todos ellos si bien se han presenciado variaciones interesantes fruto de la diversidad que posee el combinado. Ello hace referencia a la implantación de tres centrales fijos como esquema primario y a la inclusión de un activo más en zona central contra rivales, a priori, inferiores. Es la zona que cuenta con más jugadores novatos en grandes eventos, tanto a nivel de equipos como a nivel de selecciones. No obstante, la configuración es meridiana: Blind lateral izquierdo, Martins Indi, Vlaar y S. de Vrij centrales; Janmaat lateral derecho.

Salida de balón de Martins Indi

La indefinición de Blind causa que pueda actuar en el lateral izquierdo y en el centro del campo. De hecho, L. van Gaal ha colocado al mencionado en ambas ubicaciones, siendo Kongolo v Ecuador el lateral izquierdo manteniendo la defensa de tres centrales y Martins Indi v Wales pasando a jugar Países Bajos con dos centrales. Se espera que ante España y Chile se utilice la opción primaria de tres centrales con Blind lateral izquierdo y, quizás, ante Australia formar con un efectivo menos en defensa por el nivel y las características del rival. Martins Indi, de manera determinada, es el encargado de realizar la salida de balón desde primera línea de creación. Tan exponenciado ello que, cuando el rival lo permite, se ubica en campo contrario con posesión de balón propia. Capital, por tanto, como apoyo a la circulación de balón.

Espaciado para Janmaat

Donde no existe ninguna duda es en el lateral derecho. Janmaat ha jugado de manera regular y continua. Tanto que Verhaegh, teórico sustituto, solo ha disfrutado de 44 minutos de 180 disputados. Ello se evidencia, a su vez, en el juego desplegado en fase ofensiva. Es en el sector derecho donde más se ofrece el apoyo del carrilero. Por el esquema elegido, el jugador que juegue en esta demarcación debe ser una pieza importante en faceta ofensiva. Tanto llegando desde segunda línea como actuando de inicio en campo contrario, cual extremo. La combinación con los jugadores que ocupan posiciones de ¾ de campo son evidentes y necesarias. Se cuenta con Janmaat para un aporte en banda fundamental. Esto es: amplitud del terreno de juego y desahogo de la circulación perenne por zonas centrales.

Sneijder MC
Cuatro en el medio





























Uno de los principales déficits de Países Bajos se encuentra en su circulación de balón. En lo referente al ritmo y a la profundidad con la cual la llevan a cabo. El hecho de contar con dos jugadores muy abiertos (carrileros) y tres activos ofensivos implica que resten dos jugadores en zona central. El único componente fijo es N. de Jong, no siendo un especialista con el balón jugado para superar líneas de presión mediante pases y, ni mucho menos, mediante desequilibrios individuales. A su lado se ha probado a L. Fer, Wijnaldum y J. de Guzmán. Ninguno ha destacado, siendo lo vislumbrado más destacado la presión elevadísima del último referido. Este problema es bastante grave para los intereses de L. van Gaal porque supone que no se conecta con los jugadores ofensivos de una manera continua y fluida, porque no se impone un ritmo adecuado al partido, siendo siempre de perfil bajo y previsible, y porque obliga a Sneijder, el mediapunta, a ubicarse en posiciones muy atrasadas.

Es ya habitual ver cómo el mediapunta de un equipo se posiciona en zona central para entrar en contacto con el balón. Ello es fruto y evento común en equipos que poseen problemas en el tránsito del balón. Obviamente, se resta una figura a lo ofensivo y, en este caso, no se aporta una pieza decisiva para tal efecto. Porque Sneijder no es diferencial actualmente en ese territorio y porque los apoyos siguen situándose en áreas muy lejanas. Cuando se ha jugado con dos centrales Blind ha permutado su presencia en banda izquierda, cuasi extremo, y en el sector izquierdo del centro del campo. En esta ocasión se contaba con cuatro efectivos al bajar metros Sneijder. Ni siquiera con una superioridad numérica se ha evidenciado o exhibido mejoría.

Presión MC
Defensa de jugadores ofensivos





























Lejos de considerarse como subsanable esta escena, los que más sufren tal contratiempo son Robben y R. van Persie. Ambos actúan en posiciones centradas con libertad para caer a bandas. El primero, que ya ha jugado en el tramo final con B. München como referencia del ataque, debe mejorar su ratio goleador y su efectividad goleadora. El segundo, más participativo en caídas a banda, sobre todo la izquierda, no ha experimentado un grado elevado de ocasiones de gol generadas por su equipo. Esta pareja es conocedora de las permutas y actitudes a realizarse en posiciones centrales. Pero, hace un escaso lustro, ambos partían siempre desde banda con un perfil de extremo a pierna cambiada. Y tal evidencia casa con las variantes que tiene L. van Gaal para sustituirles. A saber: Lens y Memphis Depay.


La elección por un perfil de atacante más dinámico y acostumbrado a jugar como extremo como referencia, como delantero, es meridiana por parte del seleccionador. Hasta tal punto llega lo expuesto que K. J. Huntelaar no ha contado con más de 30 minutos de juego de 180 disputados. Es el único jugador con un perfil puro de delantero. Es el único jugador con condición de “9” de área y finalizador de jugadas. Y no cuenta. Quizás, consciente de los problemas para generar juego, L. van Gaal coloca a jugadores más capacitados para fabricarse las ocasiones de gol de manera individual. Con más desborde y velocidad. Lo cierto es que KJH es el factor diferente en la nómina de delanteros que acuden a Brasil. De discutir la titularidad a RVP en el pasado Mundial pasa a ser la última opción. Mientras, Países Bajos solo ha materializado cuatro goles en los últimos tres partidos. En las tres citas de preparación. 

domingo, 8 de junio de 2014

Sin exhibir lo diferencial

La preparación de Croacia para el Mundial de Brasil se ha configurado a partir de dos partidos amistosos. Ante Mali y ante Australia. En ninguno de los partidos N. Kovač ha juntado a Luka y Rakitic y en las dos citas ha probado con activos en el centro del campo y en la delantera completamente distintos. Si bien lo segundo es comprensible, dada la necesidad de probar a todos los componentes de la plantilla para testar su nivel y estado de forma, lo primero resulta más sorprendente. Por ser quienes son y por estar llamados a participar, de manera conjunta, la totalidad del torneo mundialista.

Establecido un esquema fijado de 4.2.3.1, la variante del 4.3.3 siempre está presente por la movilidad y ubicación espacial de los jugadores de la zona central. En la última línea de ataque, con una línea formada por dos extremos y un delantero, se han repartido las presencias Perisic, Olic y Eduardo da Silva. El último, no obstante, posee una tendencia extrema a interactuar en posiciones muy centradas, casi a la misma altura que el delantero. Ello provoca que, cuando es el elegido, el lateral derecho (Srna) posee grandes espacios para incorporarse a fase ofensiva.

Rakitic MC
Rakitic MC





























Los dos restantes también pueden (y realizan) diagonales hacia territorio central pero aportan más en lo referente a posesión de balón en banda, retención del mismo a la espera de la subida del lateral y combinación con el centrocampista orientado hacia ese sector. Lo cual, obviamente, es lógico si se atiende a las características más primarias de Eduardo da Silva, más delantero que extremo. No en vano, hablamos del segundo máximo goleador de la historia en la selección croata.

Sammir MP
Kovacic MP




























Pero donde más importancia recae en el juego de Croacia es el centro del campo. Ello se debe a los jugadores que posee en tal sector del terreno de juego y a su configuración mixta y cambiante. Es habitual ver un doble pivote con un jugador más adelantado ocupando posiciones de mediapunta. Precisamente en este asunto reside una de las incógnitas que aún no tiene pistas para desvelarse. Así lo ha decidido el seleccionador croata y, por tanto, Croacia se presentará en el inaugural de Sao Paulo con una alineación no probada con anterioridad.

Ante los africanos Vukojevic fue el acompañante de Rakitic en el doble pivote, contando Sammir con mayor libertad de movimientos. Se vio al jugador del Sevilla muy retrasado, encargado de realizar la salida de balón como primer exponente y activo para ello. A lo largo de la temporada no ha actuado en esta demarcación, siendo más finalizador que creador. Su equipo le demandaba en posiciones más adelantadas para ser diferencial en ¾ de campo rival, circunstancia que se ha vislumbrado cuando ha interactuado, ocasionalmente, en ese territorio.

Pase entre líneas de Rakitic
Pase entre líneas de Rakitic





























Frente a los australianos el encargado de formar compañía a Luka fue Brozovic, siendo Kovacic el mediapunta. Las funciones de Luka fueron idénticas a las vislumbradas y exigidas, con anterioridad, en Rakitic. En esta ocasión, el jugador del Real Madrid sí está habituado a estas demandas porque se corresponde con lo desplegado durante la totalidad de la temporada ya finalizada. Es en este área de acción donde se espera que juegue y, por ello, se plantea la duda de saber cómo dispondrá Kovač el centro del campo.

Luka MC

Se postula arriesgado situar a Luka y Rakitic como pareja en el doble pivote ya que, claramente, ninguno de los dos jugadores posee capacidades óptimas para desenvolverse en faceta defensiva como pivote posicional. Ello generaría que, a tenor en lo visto durante toda la campaña, Rakitic ocupara posiciones de mediapunta y Brozovic o Vukojevic acompañaran a Luka. Sammir y Kovacic, a su vez, serían los damnificados por esta disposición. Croacia engloba mucho talento en una de las posiciones más delicadas en el fútbol actual y una de las claves para entender una buen actuación de los croatas reside en la elección de las piezas de manera primaria y en la capacidad para ejecutar variaciones según las diferentes situaciones planteadas en cada partido.


No se define como positivo el hecho de no haber realizado pruebas al respecto en la previa del torneo. Se desconoce, por tanto, si el cuerpo técnico posee la idea a desarrollar. La matriz a partir de la cual presentarse al mundo en la cita más exigente del panorama futbolístico.