sábado, 12 de abril de 2014

Defienden los que atacan

Lo más comentado cuando se conoció la eliminatoria entre Real Madrid y Borussia Dortmund hacía alusión a lo diferente de los alemanes respecto al antecedente más próximo. Cierto era que encaraba ambos partidos con una clara diferencia de potencial respecto a su rival pero el conjunto de J. Klopp no renunció en ningún momento a competir por afrontar la siguiente ronda de la máxima competición europea. Y, con ello, lo desplegado durante el partido de Vuelta, el disputado en feudo propio, fue novedoso en primera instancia y resolutivo finalmente.


De inicio se contaba con una pareja en el centro del campo totalmente inédita. Tanto Kirch como Jojic son jugadores sin ninguna experiencia conjunta y con un bagaje previo en UEFA Champions League escaso. Sin embargo, el técnico alemán decidió utilizarlos como titulares en un contexto radicalmente opuesto. No obstante, las cuatro piezas ofensivas sí eran reconocidas. Y en ellas se derivó la responsabilidad de defender.


Fue constante ver a los mencionados atacantes en campo rival sin posesión. La presión que realizaban sobre la salida de balón del Real Madrid era clarividente: marca sobre un defensa, marca sobre Xabi Alonso, marca sobre un interior y marca sobre un lateral. Así, las opciones de combinación del defensa que poseía el balón eran mínimas y la zona central se veía configurada por la actividad de varios miembros. Desconectado el factor Xabi Alonso en la salida de balón el recurso principal se definía con balones aéreos. Dortmund, por tanto, defendía en posición frontal y con superioridad en jugadas por alto.
















En las escasas ocasiones que un centrocampista del Real Madrid conseguía entrar en contacto con el balón en primera fase de salida de balón lo hacía de espaldas a la portería rival. Esto, claro condicionante de la transición rápida y al primer toque, suponía que el jugador tuviera que controlar el balón y, de ser posible, girar totalmente su cuerpo para encarar territorio ajeno. Ante la presión de los jugadores rivales se produjeron varias pérdidas de balón que favorecían al escenario que planteaba J. Klopp: salida rápida en campo rival tras pérdida o recuperación.



El equipo alemán fue dominante en todo momento sobre los espacios y en el posicionamiento. La idea era comenzar la defensa en territorio rival y mediante los delanteros. Surtió efecto, tanto que el marcador final pudo ser mayor. Tanto que las opciones, ínfimas al inicio de la eliminatoria, aumentaban conforme avanzaban los minutos de partido. Ante la inferioridad de nivel respecto al rival se postuló una estrategia ofensiva y de ritmo alto en la presión. Consiguiendo, claramente, invertir lo esperado.

Vehicula el balón

Con 14 jugadores del primer equipo encaraba B. München el partido que iba a definir su participación, o no, en las SemiFinales de la UEFA Champions League. Pese a poseer un resultado favorable para sus intereses, y condicionado por lo mencionado anteriormente, la alineación de J. Guardiola fue la más ofensiva que se recuerda en meses. Aunque sólo fuera, simplemente, por la cantidad de jugadores de corte ofensivo.


Si por algo se caracteriza la idea futbolística del entrenador español es por la radicalización del gusto por la posesión de balón. La necesidad es imperiosa para desplegar el fútbol que se interpreta como propio y siempre, sin ninguna excepción, se vehicula lo desplegado en el terreno de juego a partir del balón. Lo cual es contraproducente al conocer el desarrollo de la plantilla a lo largo de la presente temporada. En la zona donde más importancia deposita el entrenador se han producido numerosas bajas, lesiones y ausencias. Tantas que han degenerado en lo acontecido v Manchester United.

















Conocido es por la opinión pública que Lahm ha disputado la mayoría de los encuentros en el centro del campo. Bien de mediocentro, bien de interior. Pero lo inaudito fue vislumbrar a Alaba, lateral izquierdo, posicionarse como interior izquierdo en fase ofensiva. Así, Kroos jugaba como mediocentro y las bandas se cedían, en exclusividad, a Robben y Ribery. El riesgo era máximo en transición defensiva tras pérdida, principal déficit de B. München en la presente temporada, pero la idea seguía las trazas conocidas.



Por delante de ellos interactuaban hasta un total de ¡CINCO! jugadores de corte ofensivo. A saber: Robben, Ribery, Götze, Müller y Mandzukic. Esto era posible por el planteamiento del rival, con 9-10 jugadores en campo propio, y por la inercia del juego, posesión elevada del conjunto alemán. De tal manera se exhibía una nueva variante por parte de J. Guardiola y una nueva demostración de que las condiciones de cada elemento deben ser aptas para con el balón. 

miércoles, 2 de abril de 2014

La elección de marcaje

Con el contexto actual es difícilmente debatible que Bayern München es el principal equipo con posesión de balón. La llegada de J. Guardiola ha supuesto un aumento en porcentaje en este aspecto y la radicalización que se vislumbra del juego del equipo alemán a partir del balón es evidente. Por ello, se postulan las jugadas a balón parado como uno de los acontecimiento más propicios para provocar ocasiones de gol.


En el partido de Ida de los Cuartos de Final de UEFA Champions League at Manchester United se exhibió una carencia en tal evento. En un córner sacado desde el perfil derecho se produjo el primer gol del equipo inglés. La radiografía de cómo ocurrió tal suceso es la siguiente.


Se opta por implantar una defensa mixta: tres jugadores marcan en individual y cuatro en zona. Nadie cubre a Welbeck, quien se sitúa junto al portero para molestar su salida. Por tanto, se reducen los efectivos del rival a cuatro hombres. Tres de ellos poseen marca individual.



Carrick realiza un movimiento hacia el primer palo con marca fija, Fellaini inicia un movimiento hacia zona central con marca fija, Jones se mantiene en su ubicación inicial y Welbeck sigue en fuera de juego. Vidic, que es el único jugador al que flotan, inicia un movimiento frontal a portería por zona central.



Con Welbeck en fuera de juego, Carrick marcado y sin ángulo de disparo, Jones marcado y sin posibilidad de movimiento y Fellaini lejos de la trayectoria del balón y marcado al hombre sólo resta la figura de Vidic. Al ser el jugador sin marca fija sigue con libertad de movimientos y espacio para interactuar dentro del área. Es consciente de que su carrera ha sido prematura y tiene que retroceder unos metros para situarse en la trayectoria del balón.



Boateng, jugador que iniciaba la jugada con marca zonal, es el encargado de taponar la entrada frontal de Vidic. El balón le supera y al estar el resto de jugadores lejos del territorio por el cual circula el balón o con marca fija Vidic se encuentra con posibilidad de rematar, si bien es cierto que lo realiza mediante un rectificado y cayendo hacia atrás.




La jugada termina con el balón en la zona que no tenía ningún activo de B. München al inicio. Esa decisión de marca mixta, al no configurarse con una marca fija a Vidic, habilitó que el jugador rematara y anotara gol. En un córner donde se poseía hasta tres jugadores más para defender termina rematando el único libre de marca. Y, curiosamente, uno de los mejores rematadores de cabeza de la entidad rival. El gol de Vidic puede tener su repercusión en la eliminatoria. Gracias a un fallo grave de elección en la marca.

martes, 1 de abril de 2014

En Selhurst Park como en París

En un partido aparentemente sin ninguna trascendencia por el contexto y la entidad del rival, el conjunto dirigido por Jose Mourinho sorprendió en varios aspectos. Uno de ellos, el táctico, es el más llamativo por lo que supone en las horas previas de encarar los Cuartos de Final de UEFA Champions League. El restante, basándose en la lucha por la conquista de la Premier League, es estadístico, no siendo por ello consecuencia directa de lo desplegado sobre el terreno de juego.

La llegada de Matic ha sido fundamental para entender la leve mejoría del Chelsea en la zona central. Tan sencillo como la inclusión de un jugador capacitado para sostener todo el centro del campo, como ya ocurriera en Benfica, y apto en el posicionamiento, ese aspecto tan camuflado del juego que aporta unos réditos máximos en la faceta defensiva. Por ello ya es habitual pensar en su figura como fija en esa parcela. Lo que no se ha vislumbrado en excesivos momentos ha sido la inclusión de tres hombres. Esto supone un cambio de esquema del 4.2.3.1 al 4.3.3. Y la probatura a pocas horas de jugar at PSG supone una piedra de toque idónea para plantear que se verá el mismo funcionamiento en París. Ante un rival que posee una capacidad suprema en ese territorio. Ante un rival que domina mediante lo físico y lo técnico.


4.3.3

Junto a Matic se situaron David Luiz y F. Lampard. Lo novedoso viene por la presencia del inglés como interior izquierdo, esperando su participación de inicio en la mediapunta. Y una vez se reprodujo tal dibujo táctico el despliegue no fue el esperado. Porque fue frecuente ver una lectura por parte de C. Palace bastante óptima al cubrir a los tres protagonistas, dejando la salida de balón a un central (Cahill o Terry). La superioridad que se buscaba, por tanto, era contrarrestada y la fluidez en la circulación de balón no se podía producir al evitarse una línea, la central. La trascendental en este sentido.


Salida del central

David Luiz disfrutó de libertad para avanzar metros con y sin balón. Cuando podría lanzar transiciones ofensivas con posesión no se dudaba en ningún momento y cuando se jugaba en estático su posición se vislumbraba a la altura del área rival. F. Lampard, por sus condiciones de juego y sus características innatas, también jugaba en posiciones tan adelantadas. Por tanto, Matic para sostener. Para dirigir el juego. Para decidir.


David Luiz en posiciones de ataque

Más extraño fue presenciar cómo los dos extremos abusaban de las diagonales hacia zona central. Esto provocaba que constantemente se dejaran amplios metros para la subida del lateral, si bien la parte contraproducente se definía con la aglomeración de efectivos en un espacio de terreno muy reducido. Por momentos parecían interiores, centrocampistas con funciones de combinación y superación de líneas mediante pases. Y, obviamente, ésa no era su función. La amplitud de campo sólo se producía cuando el juego se ralentizaba lo suficiente para que los laterales se ubicaran en campo contrario, en posiciones de extremo. El juego se resentía y la fluidez era escasa. Curioso y conflictivo porque con la inclusión de tres jugadores en el centro del campo se buscaba control y mayores recursos a la hora de ofrecer oportunidades de gol a los delanteros.



Lateral en campo rival
Extremos en zona central





























Este cambio sólo tuvo 45 minutos de vigencia. Los correspondientes a la primera parte del partido. Se considera como una posibilidad bastante probable a desplegarse en el partido de ida at PSG. Matic no podrá ser de la partida por haber jugado la misma competición con Benfica en rondas previas. Pero Chelsea recupera a Ramires. Y lo físico, en este área de acción, puede resultar diferencial.