domingo, 22 de diciembre de 2013

sábado, 21 de diciembre de 2013

Decide el contexto

Claudio Ranieri maneja un proyecto en Monaco, el presente, cuyas expectativas y exigencias se definen como una de las mayores acontecidas en su carrera como técnico. El contexto, a estas alturas, es conocido por la opinión pública. Tras disputarse la primera mitad de la competición nacional se han producido cambios en el esquema que, lejos de postularse como menores, se consideran relevantes.

Comenzaba la misma con un dibujo de 4.2.3.1 en el cual James R. se situaba como mediapunta, detrás del R. Falcao. La razón era sencilla: alejar al colombiano de la banda y ubicarle cerca del principal argumento ofensivo del equipo. Así, dos extremos más acompañaban a la pareja en faceta ofensiva. Pero la irrupción de Rivière primero como pareja de ataque de R. Falcao y de Martial después como sustituto del mencionado provocaron que se consolidara la variación en cuestión.

James R. MP

Se pasaba a jugar, por tanto, en 4.3.1.2, siguiendo James R. como mediapunta y ganando presencia Obbadi en las disposiciones iniciales. Los principales damnificados, por tanto, eran los que antes actuaban como extremos. A saber, principalmente, Ocampos y J. Ferreira Carrasco. Ya no se jugaba con jugadores de este perfil ni situados de inicio en banda, siendo tarea de los laterales, nunca de manera conjunta, aportar en fase ofensiva en campo contrario.

Ocampos y JFC extremos

El buen estado de forma de Rivière y la aparición del joven Martial permitieron que esto se prolongara en el tiempo. Hasta la jornada 19, la que supone la finalización de Ligue1 en 2013. Con resultado adverso v Valenciennes Claudio Ranieri volvió a contar con los dos extremos. Y, curiosamente, fueron los dos delanteros que habían disfrutado de mayor protagonismo los elegidos para ser sustituidos. El esquema, implantado por las circunstancias, englobaba a cuatro jugadores de perfil atacante. Con activos en las bandas.

Lo que se implante a partir de 2014 es una incógnita. Opciones existen. Testadas y evaluadas. 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Falta uno

No está siendo una temporada positiva para Porto. Al menos en los resultados cosechados hasta el momento. El nuevo entrenador, P. Fonseca, ya ha recibido críticas sobre su gestión y el juego desplegado por su combinado se ha censurado en más de una ocasión. Cierto es que la herencia recibida le aporta mayor responsabilidad y menor margen de error en sus maniobras. Por el recuerdo aún presente de André Villas-Boas y por los títulos obtenidos con V. Pereira.

La carencia de liderazgo en Liga Zon Sagres y la eliminación en fase de grupos en UEFA Champions League son los principales debes en su trayectoria. Pero si por algo se está caracterizando el juego del Porto es por la carencia de presencia de un jugador como acompañante de Fernando. En el esquema habitual de 4.2.3.1 las piezas varían en muy pocas ocasiones... salvo en la zona central. El único indiscutible es Fernando y a su lado han pasado opciones tan dispares como Herrera, Defour, Carlos Eduardo e incluso Josué.


Josué en zona central jugando como extremo

Con el mexicano la irregularidad torna como constante. Defour es el que cuenta con mayores actuaciones y Carlos Eduardo no ofrece garantías suficientes. Estando Lucho González ubicado en la mediapunta sin ninguna discusión posible al respecto, una cuarta vía se ha exhibido esta temporada. Josué ha actuado como extremo y como interior. Cuando lo ha hecho en la banda continuamente progresaba hacia zonas centrales, dejando la totalidad de la banda para el lateral. Esto provocaba que se aumentara la presencia de efectivos en ¾ de campo rival y en la totalidad del centro del campo.

Por lo tanto, a pesar de configurarse como un extremo más sus permutas establecían una asimetría en el dibujo táctico evidente. En ciertas ocasiones también ha jugado como interior, como acompañante de Fernando con mayor libertad para pisar área rival. Esta opción, quizás considerada más ofensiva, suponía que Licá, Quinero o R. Pereira estuvieran presentes en una banda. No obstante, y a falta de un partido para finalizar el año competitivo 2013, P. Fonseca no se ha decantado por un jugador en concreto para actuar en esta demarcación. Sensible por importante. Importante por decisiva. 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Lo frágil advierte

No era asunto menor el B. München v Manchester City. A pesar de afrontar ambos equipos el choque final de la fase de grupos de UEFA Champions League con el pase a Octavos de Final asegurado, los condicionantes posteriores a la clasificación final eran de elevada importancia. Y trascendencia. Porque en el contexto reinante existe una gran diferencia entre ser partícipe del sorteo de emparejamientos como primer clasificado que como segundo. La tensión competitiva, por tanto, no se erradicaba. Estuvo patente. Incluso cuando el escenario era caótico para la entidad de Manchester.


El conjunto alemán comenzó como se esperaba. Dominando, combinando y atacando. Tanto que corría el minuto 14 de partido y el marcador ya reflejaba una diferencia de dos goles. Así, y con una previsión de futuro nada halagüeña para los intereses del equipo de M. Pellegrini, lo sucedido hasta el final del partido no se ajustó a la tónica reinante. Al menos la totalidad del segundo tiempo. Esos 45 minutos son los que deben preocupar en München. Son los que ofrecieron garantías al rival. Los que concedieron margen de maniobra.


Llegada libre de marca

El primer gol del Manchester City se produjo por un fallo en la marca de los defensas y los centrocampistas. Tanto Dante como Kroos y Thiago no poseen una marca fija en un centro lateral, permitiendo que D. Silva y P. Zabaleta estuvieran en área rival sin oposición alguna. Esto, que supuso reducir ventajas sin una presencia relevante en campo contrario ni ocasiones de gol generadas, derivó en una variante ofensiva. Con resultado a favor y sin ningún tipo de obligación J. Guardiola cambió el esquema. Habilitó a M. Götze más cerca de la portería rival, pasando a jugar en la mediapunta y siendo Thiago y Kroos los encargados de confeccionar un centro del campo con doble presencia en paralelo. Porque hasta ese momento era Thiago el mediocentro posicional, el que retrasaba su posición en la salida de balón para colocarse a la altura de los centrales, y las dos piezas restantes se configuraban como el primer apoyo en zona central.


4.2.3.1

Ante un gol encajado y un atisbo de mayor presencia en ataque del rival el técnico español decidió dar un tinte más ofensivo a su equipo. Hasta el minuto 55. Con la entrada de J. Martínez se volvió a la idea original, siendo éste el mediocentro posicional y Thiago y Kroos los interiores. Lo que aconteció instantes después fue el empate del Manchester City y un nuevo error en la marca tras jugada lateral (Navas siempre como factor común).


Llegada desde segunda línea

La falta de control en el segundo periodo y la sensación de fragilidad exhibida por la pareja Boateng – Dante supone un toque de atención bastante importante e interesante. Porque erradica la racha de victorias de B. München y porque se produce en la máxima competición europea inmediatamente antes de comenzar a disputarse las rondas eliminatorias.


Última derrota B. München (any competition) : 27.07.13 – B. Dortmund – SuperCup – 27 partidos

Última derrota B. München (UEFA Champions League): 13.03.13 – Arsenal – 10 partidos

domingo, 8 de diciembre de 2013

Sin el recuerdo de Holanda

El potencial de B. Leverkusen, tanto económico como deportivo, ha permitido que la entidad del oeste de Alemania se configure, en varias campañas, como un principal contender en la Bundesliga. En la presente temporada, la primera de S. Hyypiä como máximo responsable en el apartado táctico, está definiendo al B. Leverkusen como el único equipo capaz de cuestionar la supremacía del B. München. Pero la relación entre estos dos combinados no se ciñe al apartado competitivo sino que existe una relación de cesiones, rumbo München – Leverkusen, que se ha mantenido en esta nueva edición del campeonato nacional.

E. Can, 1994, es uno de los principales activos de la cantera del B. München. Una vez realizada la pretemporada bajo las órdenes de J. Guardiola se confirmó su estancia en B. Leverkusen. En un principio el escenario le situaba como acompañante del trío ofensivo Son – Kiessling – Sam. O partícipe del centro del campo, donde más ha actuado en su carrera deportiva.















De hecho, su escaparate principal se produjo en Holanda durante el Europeo U17 de 2011. Jugando como mediapunta, detrás del delantero S. Yesil (1995), actualmente en las categorías inferiores del Liverpool; su disparo lejano y zancada se postularon como las principales características más desarrolladas. Por ello,y a tenor de sus aptitudes, la zona central del terreno de juego parece ser en la que mejor se encuentra. Pero poco la transita últimamente.

La lesión de S. Boenisch ha provocado que E. Can sume, hasta el momento, cinco partidos seguidos como titular. En todos ellos ha desempeñado la función de lateral izquierdo. Sin ser zurdo además. Ésa es la zona que le cede S. Hyypiä, a tenor de no ser un jugador defensivo ni especialista en la marca individual. Como todo aquel que lleva el dorsal “10” a la espalda.

viernes, 6 de diciembre de 2013

¿Una nueva etapa?

Con la salvedad de la ocupación novedosa de David Moyes en el banquillo del Manchester United, la entidad de Inglaterra apenas ha variado con respecto a los días en los que Sir Alex Ferguson comandaba todos los aspectos que incumbían a la misma. Por ello, tras escuchar una reflexión de Axel Torres en Planeta MI surgieron varios puntos interesantes de análisis. En concreto el elogio sin fisuras a la plantilla del ManU. Es una evidencia que el refuerzo, por parte de D. Moyes, ha sido mínimo, lo cual favorece a la continuidad de la idea, del estilo anterior. Preexistente.

Y repasando las principales características del mismo uno recuerda que el principal hecho positivo que se inculcaba a la plantilla era el denominado “gen competitivo” que ésta poseía por la influencia directa de Sir Alex Ferguson. Es decir, en infinidad de ocasiones se hacía referencia a tal concepto para explicar victorias sin brillo, sin fútbol. Victorias que suponían títulos y, sobre todo, campeonatos de Premier League.

Incluso J. Mourinho, a su llegada a Londres, estableció sin ningún tipo de duda al respecto que los ganadores anteriores de la edición inglesa no habían poseído ninguna brillantez ni un nivel elevado. Por tanto, y a tenor del despliegue del ManU en la presente temporada, me resulta chocante que Axel establezca a la entidad de Manchester en unos niveles tan valorativos positivamente. Porque no ha cambiado prácticamente nada.

De hecho, la que se postulaba como nota diferencial en el proyecto de D. Moyes (Fellaini) no sólo no aporta lo esperado sino que parece que no se le espera en un corto plazo de tiempo. Así, la pareja Carrick – Cleverley ya existía en el pasado y no se contemplaba con tanta exaltación. Es más, tan rebatible es la afirmación “Carrick gana campeonatos nacionales (Premier League)” de Axel como que el contexto de esos triunfos exhibe a contrincantes nada comparables a los actuales.

Que cuando J. Mourinho establece que existen 6-7 candidatos al título, a pesar de que sabemos que lo hace para restar presión a su combinado, evidencia la cantidad de equipos con aptitudes y recursos para copar los primeros puestos de la clasificación. Y si alguno falla, que no está siendo el caso, por el momento, se ubican en primera línea de exposición pública las conocidas “revelaciones”, si bien el proyecto del Southampton siempre ha poseído dos puntales necesarios para llegar a la situación actual. Esto es: capacidad de maniobra económica y estructuración en la confección de la plantilla.
Kagawa MP

Ello ha quedado evidenciado en el partido v Everton. Si bien D. Moyes introdujo ciertas variaciones por las ausencias en el combinado, lo cierto es que no se vislumbró una actuación sin fisuras. Welbeck pasó a jugar en la banda izquierda, dejando así la zona central detrás del delantero a Kagawa. En esa posición es donde más ha rendido el japonés en toda su carrera durante su estancia en Dortmund y donde se dio a conocer para la opinión pública internacional. En muy pocas ocasiones ha podido interactuar en esta demarcación porque la presencia de W. Rooney y R. Van Persie condiciona todo. Esta variación provocó dos principales repercusiones en el juego.


Welbeck en campo propio

Welbeck, durante gran parte de la primera parte, bajó excesivos metros para entrar en contacto con el balón. Tanto que en algunas ocasiones se le vio jugar en campo propio. El centro del campo lo conformaban Fellaini y Giggs, si bien volvieron a evidenciarse como la zona más problemática para Manchester United. Ninguno supo combinar con Kagawa y fue territorio del Everton gracias a la actuación de Barry y McCarthy sólo reforzada por Barkley en momentos puntuales del segundo periodo.


Espacios a la espalda

Ante la presión en bloque alto, elevada, que realizó el conjunto local, los espacios en la zona central fueron amplios. Fellaini, partícipe del mayor desgaste en esta tarea, avanzaba metros para intentar recuperar el balón cerca del área rival. El principal riesgo era dejar a Giggs como único representante de ManU en el centro del campo. Si Everton conseguía superar esa primera línea de presión ya contaba con espacios en un área capital de acción. No existía ninguna figura que pudiera realizar coberturas y tanto la transición defensiva como el equilibrio del equipo se resentía de manera evidente.

Por tanto, ¿por qué no me parece acertada la afirmación y elogio hacia ManU? Porque se trata de algo que ha variado mínimamente, y no se establece que nada por la evolución evidente que experimentan jugadores de corta edad. Porque sigue sin tener un ideal de juego definido. Porque sigue dependiendo del estado de forma y acierto de Wayne Rooney y Robin Van Persie. Porque ya no va a ser campeón con lo anterior por el nivel presente de sus rivales.