lunes, 29 de abril de 2013

Get better

P. Coutinho, a pesar de contar con 20 años, ya ha militado en cuatro equipos diferentes. Desde que saliera de Vasco da Gama rumbo a Italia, las experiencias del joven brasileño se han visto multiplicadas. Ahora, en la presente temporada, actúa en el cuarto club distinto y en el cuarto país diferente. A tenor de lo visto hasta el momento en Liverpool, aún siendo pronto para evaluar, parece definitivo para su carrera. Porque, no ha lugar a dudas, lo que necesita Coutinho es continuidad y confianza. Algo que le está reportando Brendan Rodgers.
Por tanto, y como no podría ser de otra manera, la duda se sitúa en saber qué puede ofrecer al máximo nivel. Estando en plenitud individual. Su actuación en Newcastle es una buena muestra de ello. Si bien se produjo jugando en la mediapunta. Resaltando su visión de juego. Su faceta de asistente.
1. Pase en profundidad al lateral

2. Pase al hueco



3. Recepción libre de marca


4. Pase en profundidad al delantero

5. Pase al hueco / Asistencia

I think he's a top player already, considering he's 20 years of age. He might be small in stature but you can see his strength. Technically, if you look at him, he's got all the passes in the bag. He makes some wonderful passes and the weight of his passing is incredible. Coutinho's a wonderful player, who fits well with what we're trying to do and the great thing is that he'll only get better."
Brendan Rodgers

Imágenes BBC "Match of the Day"

martes, 23 de abril de 2013

Ideas en la planificación


Una de las SemiFinales de la UEFA Champions League, curiosamente, supone la repetición, por partida doble, de algo ya visualizado en las primeras semanas de competición. Una vez comenzada la misma el campeón de la Bundesliga 2011-2012 y el campeón de la Liga BBVA 2011-2012 coincidían en el mismo grupo. B. Dortmund y Real Madrid, outsider el primero y contender el segundo, disputaron dos encuentros que, llegados a este punto de la campaña, pueden servir de mucho para visualizar lo que deparará el devenir de la eliminatoria que se sitúa como último elemento a superar para disfrutar de Wembley.

Por ello el visionado de los dos partidos mencionados era obligado antes de que comenzaran tales citas y, a partir de lo exhibido, se analizan varios puntos de interés que pueden repetirse o ser condición matriz de las variaciones que se produzcan. Con el claro objetivo de sorprender, de no mantenerse como previsible. Y quién sabe si como factor determinante. Diferencial.

1. Presión sobre Xabi Alonso

La presión a la salida de balón del Real Madrid fue una constante en el conjunto de J. Klopp. Xabi Alonso, jugador que monopoliza tal situación, se vio marcado casi al hombre y en individual durante prácticamente la mayoría del partido disputado en el Signal Iduna Park. M. Götze, mediapunta del conjunto alemán, fue el encargado de generar esa presión sobre el español por ser el más cercano en área de acción y porque al avanzar metros, una vez recuperado el balón, su posición era adelantada y generaba ocasiones de gol con desmarques de ruptura o recepciones.

Así lo establecía Klopp en la previa del partido a disputarse en el Santiago Bernabéu: 1“Sabíamos adónde enviarían los pases, cómo buscarían a Cristiano. Nuestro plan fue dejar fuera de juego a Xabi (disculpa, Xabi, pero ese era el plan A). Porque si Alonso puede jugar como quiere es imposible defenderse del Madrid. Y Götze lo tapó.”

Presión sobre Xabi Alonso I

Presión sobre Xabi Alonso II




























El Real Madrid, por tanto, veía cómo la fluidez en la primera fase de creación de juego era nula, errática, incluso inexistente. La colocación de los jugadores del B. Dortmund tapaba los posibles apoyos a los laterales ya que los extremos locales mantenían una posición acorde a la presión realizada e iniciada por M. Götze. Siendo tan sencillo como colocar a un hombre sobre una figura rival los problemas que se generaron fueron mayúsculos.

Se mantuvo tal evento en ambos partidos, si bien en Madrid se vio relajada esta variante en intensidad debido al planteamiento del B. Dortmund. Bastante diferente al previo, by the way. Pero lo cierto es que tras visualizado las marcas realizadas y el discurso de Klopp no se duda en que será algo perenne en esta eliminatoria. De la capacidad del Real Madrid para subsanar o solventar tal acción reside gran parte de las opciones de triunfo.

2. Presión sobre Luka Modric

Luka Modric no fue titular en Alemania. No obstante, la lesión de Khedira posibilitó que el croata formara en el centro del campo junto a Xabi Alonso. Y siendo un centrocampista apto con el balón también sufrió marcajes que imposibilitaron una actuación con libertad de movimientos y espacios. No fue tan acusada como la referida anteriormente pero sí se convirtió en un argumento más para entender la presión del B. Dortmund en la salida de balón del rival.

Presión sobre L. Modric

Presión sobre Xabi Alonso y L. Modric




























De nuevo fue en Alemania donde se vio una presión más elevada y constante sobre ambos jugadores, pudiendo recibir e interactuar en ocasiones Luka en ¾ de campo rival en el Santiago Bernabéu. Intrascendente en el primer choque, lo expuesto no duró la totalidad del partido porque Essien le sustituyó entrada la segunda parte. Quizás influenciado por el quehacer rival en esa zona del terreno de juego, en ambos partidos no se ha encontrado al acompañante de Xabi Alonso en la medular que sea capaz de facilitar la labor de éste y erigirse como figura dominante en el partido. Las opciones para las SemiFinales se estipulan con Khedira y Luka Modric, por lo que el factor sorpresa, en este ámbito, queda descartado. A priori. El nexo principal, y la conclusión matriz, se define a partir de una actuación de contención en el centro del campo por parte del equipo de Klopp. Es innegociable. Favorece al juego del B. Dortmund.

3. Salida de balón de Pepe

La consecuencia directa de los dos puntos destacados es clara y meridiana: la salida de balón se cede a Pepe. El defensa portugués, titular en ambos partidos formando pareja de centrales junto a Varane, fue el encargado de crear y organizar la primera fase del juego madridista. Siendo consciente de las deficiencias de éste a la hora de realizar tal tarea, el mensaje de Klopp era cristalino: “Si bloqueas a Xabi, obligas a Pepe a tener siempre el balón. Y eso supone una diferencia.”

Este factor, que resultó ser diferencial, provocó una pérdida de balón cerca de área propia que acabó en gol y, entre otras circunstancias, un continuo flujo de balones aéreos. Por tanto se saltaban líneas de presión sin precisión. Se erradicaban fases de elaboración. Se perdía el balón, en definitiva, si los jugadores ofensivos no superaban en juego aéreo a los defensas pertinentes. Esta situación estudiada y provocada fue posible por la ubicación de Sergio Ramos en el lateral derecho. Capaz de ofrecer una salida de balón aceptable, por momentos notable, todo indica que volverá a jugar como lateral por las lesiones presentes.

Salida de balón de Pepe I

Salida de balón de Pepe II




























No se pierde excesiva contundencia en defensa puesto que la zaga reinante ofrece garantías pero el punto débil se ubica en los pases de Pepe. De conocida condición ofensiva, Sergio Ramos no ofreció apoyos en fase ofensiva al extremo puesto que sus apariciones en campo contrario fueron mínimas. Influenciado por el aporte de los laterales rivales y la presión en campo rival del B. Dortmund, la inhabilitación de espacios y oportunidades para el español también se tiñe como factor favorable a los alemanes.

4. Actuación de laterales propios

Y es que tanto Schmelzer como Piszczek han jugado ambos partidos con una clara vocación ofensiva. Tanto que verles en posiciones más adelantadas que los extremos no era sorprendente. Incluso, por momentos, era esperado. Y el lateral izquierdo, Schmelzer, en una de sus subidas al ataque consiguió materializar un gol. Lo cual, obviamente, define a la perfección lo que se busca y lo que genera este planteamiento tan arriesgado.

Porque si algo habilita esta decisión es a la transición rápida de los rivales. Sabido por gran parte de la opinión pública es la aptitud del Real Madrid en los contraataques. En los cambios defensa-ataque que tan veloz y eficazmente lleva a cabo. Se vio en el gol de Cristiano Ronaldo en Alemania y se puede volver a repetir en momentos venideros. Pero, curiosamente, esto argumenta un detalle defensivo. Es decir, tiene una connotación defensiva. A saber: “Sabíamos que si nuestros laterales, Piszczek y Schmelzer, se movían mucho, la ventaja estaba de nuestro lado con Cristiano.”

Subida de Piszczek

Subida de Schmelzer




























Aunque es relativo. Es necesario contextualizar. El aporte ofensivo no se pone en duda. De hecho es un factor que puede llegar a ser decisivo. Pero en el retorno, al configurarse el equipo español con una velocidad extrema en transiciones, puede no llegar a producirse. O realizarse de manera no excesivamente eficiente. Por ello es de imperial necesidad las coberturas de los mediocentros. En Alemania fueron Kehl y Bender los titulares, entrando Gündogan en el siguiente partido.

Éste último, si bien puede recuperar balones y ofrecer apoyos en fase defensiva, no posee unas características adecuadas para realizar tal tarea durante la totalidad del partido. Es más, la relación que se le establece con varios equipos para la siguiente temporada, de mayor nivel que el B. Dortmund, se razona a partir de una necesidad acuciante para contar con un mediocentro apto con el balón. Capaz de generar juego. Por tanto, la puntualización sobre su actuación se debe realizar a sabiendas de dónde reside su máximo aporte.

5. Defensa adelantada

Si se une al último punto una defensa adelantada los riesgos en defensa una vez perdida la posesión del balón son elevados. Altísimos. De ahí que el concepto de “la mejor forma de defender es a partir del balón” cobra especial sentido en equipos que siguen una pauta común de combinación. Ahora bien, en Madrid el B. Dortmund no jugó tantos minutos como en Alemania con una línea defensiva cercana al centro del campo. Se debe, en gran medida, a ese cambio de planteamiento producido para la visita que tan imagen opuesta personificó.

Defensa adelantada I

Defensa adelantada II




























En clara consonancia con las subidas de los laterales, si el Real Madrid cede el balón tendrá en las transiciones defensa-ataque su principal argumento para optar al triunfo. Tanto parcial como final. Sin embargo el B. Dortmund cedió la iniciativa del juego en el Santiago Bernabéu y eso produjo una merma en los espacios concedidos pero una mayor presencia en ¾ de campo de varios efectivos madridistas. El pensamiento de Klopp al respecto se exhibe ambiguamente: 2“Yo creo que al Madrid le gusta tener la pelota y mandar, lo que no impide que haga unos contragolpes muy rápidos. A veces vemos su velocidad y la gente tiende a pensar que es un equipo de contraataque, pero yo pienso que al Madrid le gusta tener el balón, porque sus jugadores tiene mucha calidad y les gusta jugar. Los partidos, y más las eliminatorias de Champions, pasan por muchas fases. Habrá momentos de atacar y de defender para los dos equipos, seguro.”

Realmente es una incógnita saber qué guión se dibujará en cada cita. No ha lugar a dudas que el segundo, el definitivo, se producirá circunscrito por el inicial. Por lo desplegado en el Signal Iduna Park. Al inicio de la competición europea los locales realizaron uno de los partidos más completos y de mayor superioridad frente a un rival de máxima entidad que se recuerdan. Y en sentido contrario aplicable a los visitantes. Pero ahora deciden 180 minutos. Y la novedad puede ser lo que defina el devenir final. El background se conoce. Los condicionantes previos no son opacos. Hablamos de unas SemiFinales de UEFA Champions League. Hablamos de dos eventos de repercusión mundial.

1. Entrevista concedida al diario “El País”.
2. Entrevista concedida al diario “MARCA”. 

lunes, 22 de abril de 2013

About the weekend


La temporada pasada, siendo de transición y sin ninguna exigencia elevada, el O. Lyon habitó por Ligue1 sin el protagonismo que acostumbra. Y esta situación cambió radicalmente al inicio de la presente por el contexto reinante. Esto es: objetivo de plaza de UEFA Champions League y distancia respecto a PSG no excesivamente abultada. Alargada. Una vez erradicado el momento de forma por el cual se consiguió minimizar la diferencia con los parisinos, y estando el título de Ligue1 etiquetado, los recursos del equipo de R. Garde se trasladaban, de manera directa, al origen, a la vuelta a la máxima competición europea.

En el tramo final de la campaña la visita al Stade de la Mosson se definía, en un principio, como una de las más complejas a experimentar. Condicionado por la lesión de Lacazette, y siguiendo lo implantado recientemente, R. Garde colocó a Gourcuff junto a Grenier en la alineación titular. Así, y ante la falta de un extremo puro, el primero fue el encargado de transitar por la zona izquierda del terreno de juego, tratando de imitar el concepto al desplegado por Z. Zidane. Y el paralelismo, simplemente metafórico, se establece por las comparativas que se realizaron en el inicio de Gourcuff con el otrora “10” francés. Pero, más allá de lo imaginario, lo realmente sentenciador se ubica en que Grenier mantenía su radio de acción en zona central. No era él, inquilino primerizo, el que modificaba su posición.

Belhanda retrasado en zona central
Belhanda MP





























El esquema, por tanto, se dibujaba con un 4.3.3 o 4.1.4.1 dejando a Gonalons sin presencia amiga en el centro del campo. Era el único pivote del equipo y tanto Grenier como Malbranque se situaban unos metritos por delante. Como interiores. Se erradicaba pues la figura del mediapunta y se intentaba dar consistencia al ataque juntando una línea de cuatro hombres que pudiera dar fluidez a las combinaciones en ¾ de campo rival. Situaciones que, curiosamente, no se dieron. Por el planteamiento propio y por la actuación rival.

Si los focos se centraron sobre una figura en especial, y de forma perenne, ésa traza los rasgos de Belhanda. La gran sensación de la temporada pasada abandonó el doble pivote que llegó a ocupar en ciertos partidos y volvió a implantar su juego en la mediapunta. Donde mejor rinde. Donde se sabe diferencial. Y donde demostró ser, a un nivel elevado, un jugador capaz de condicionar el devenir de un partido. La falta de recursos de los dos mediocentros del Montpellier (Stambouli – Dabo) originó que el marroquí tuviera que situarse cerca de los defensas propios para intentar dar una salida al balón más clarividente. Y esto, una vez sopesadas las ventajas y los contratiempos, resultó por ser anecdótico. Por negativo.

Formación O. Lyon

La lectura del partido se elevó de manera exponencial en rasgos óptimos cuando, conscientemente, se decidió habitar continuamente por donde sólo existía una presencia mínima rival. Esto es: por donde jugaba Gonalons. Porque el cambio de sistema del OL generaba ese riesgo y Belhanda lo aprovechó para confeccionar una de las actuaciones más completas y de nivel en un jugador de Ligue1. No doubts. Catalizador de toda acción coherente de juego, su capacidad para interpretar diferentes fases del partido es tan elogiable como estimulante. Quizás se tarde tiempo en volver a ver al marroquí dando una exhibición como la descrita. Los jugadores tan delicados lo generan. Incluso en la derrota.

Fin a la época de Girard en Montpellier, técnico que conquistó la Ligue1 hace escasos meses. Nicollin confirma el fichaje de J. Fernandez.



Contra el Inter lo planteó mínimamente y contra la Lazio lo definió de inicio. A. Conte ha decidido, en el tramo final de la temporada, jugar con todos los mediocentros disponibles y un solo delantero. En las últimas fechas se ha hecho referencia a la necesidad de alinear a P. Pogba por su estado de forma y nivel, no señalando a ningún compañero en la zona central. Por lo que, obviamente, para que ello se produzca todos deben estar presentes. Y así se establece. La contrapartida principal que esto genera es la falta de recursos ofensivos porque, a pesar de las llegadas de A. Vidal y Marchisio (fundamentalmente), el bagaje ofensivo al término del partido es escaso.

Espacios tras Pirlo

La disposición situaba a Marchisio como mediapunta, siendo el más adelantado de los mediocentros y el más cercano a Vucinic. Pero ésa no es su posición. Vidal y Pogba habitaban por delante de Pirlo y éste, en ocasiones, veía su posición arrebatada por actividad del adversario. Este hecho es un gran hándicap del sistema implantado: al tener que estar más presentes en ataque los dos interiores los espacios que se conceden cuando el pivote falla son amplios. Y ahí Boateng supo ubicarse. Principalmente porque el AC Milan también cambió su formación y se estableció durante los 90 minutos con un 4.2.3.1. En principio, y en teoría, el centro del campo visualizaba superioridad de la Juventus, si bien lo descrito y realizado por el africano suponía mayor peligro.

Pogba, Vidal y Marchisio en campo contrario

Con un ritmo lento y sin excesivas ocasiones de gol, el partido hizo ver que las necesidades del equipo de Allegri se definen a raíz de la tercera posición en Serie A. Se exhibió la jornada anterior en el choque v Napoli y en el presente, no arriesgando bajo ninguna circunstancia neutral y con la garantía del que se sabe apto para conquistar el objetivo. Pero todo torna cuando el marcador es adverso, si bien las variantes fueron “hombre por hombre”, y una vez el máximo rival para la consecución de lo anhelado se ubica a una distancia mínima. La estadística de 14 partidos seguidos en Serie A sin conocer la derrota se ha erradicado en el Juventus Arena. Hacía referencia la misma a la totalidad del 2013. Algo ya pasado. En el pasado.

Calendario inmediato de AC Milan: v Catania, v Torino, at Pescara, v Roma, at Siena.

Calendario inmediato de Fiorentina: at Sampdoria, v Roma, at Siena, v Palermo, at Pescara.


La reaparición de G. Bale se producía en White Hart Lane. Tras ver cómo su equipo quedaba eliminado, en su ausencia, de la UEFA Europa League y con la necesidad imperiosa de conseguir una victoria ante la escuadra de Roberto Mancini. El margen de error, llegado Abril, es mínimo, casi inexistente, y las cuentas siempre se realizan contabilizando los partidos propios como victorias. Aunque la empresa sea compleja. Como en esta ocasión. El Tottenham de André Villas-Boas no hace distinciones entre lo inesperado y lo inalcanzable. Hasta que no se produzca tal definición, lo realizable es elogiable. Y adecuado. 


Como si fueran conscientes de que el espectáculo ofrecido en el primer periodo no había sido el adecuado, ni el esperado, ni siquiera el permitido; la salida del vestuario de ambos conjuntos fue tan explosiva como estimulante. Por lo que suponía y lo que dejaba entrever que iba a acontecer. Así, el Liverpool tuvo como máximo exponente principal a Sturridge, recién incorporado a la contienda. Su participación junto a Luis Suárez se hizo con los dos jugadores en el centro del ataque, compartiendo horizontal y conjuntándose en desmarques y movimientos. 




Sentimiento Pleno


"I can not choose where I am going in dreams."

La soledad del portero

domingo, 21 de abril de 2013

Super Sunday


Super Sunday. Another one. Y con sendos partidos decidiendo las aspiraciones de cada protagonista para clasificarse a competiciones europeas. Aquéllas que todos anhelan al inicio de la temporada y ésas que cuadran tantas tablas de resultados económicos. En Inglaterra la batalla por ocupar cuatro puestos supera a la terna que se presenta y, por extensión, ocurre lo mismo por los cinco primeros. Quizás se deba al nivel. Quizás a la amplia gama de variantes en la paleta futbolística. Pero lo cierto es que ese another one tilda estas jornadas de especiales. Sin ser únicas.

La reaparición de G. Bale se producía en White Hart Lane. Tras ver cómo su equipo quedaba eliminado, en su ausencia, de la UEFA Europa League y con la necesidad imperiosa de conseguir una victoria ante la escuadra de Roberto Mancini. El margen de error, llegado Abril, es mínimo, casi inexistente, y las cuentas siempre se realizan contabilizando los partidos propios como victorias. Aunque la empresa sea compleja. Como en esta ocasión. El Tottenham de André Villas-Boas no hace distinciones entre lo inesperado y lo inalcanzable. Hasta que no se produzca tal definición, lo realizable es elogiable. Y adecuado.

Posición Barry - Y. Touré

Como ya ocurriera en la SemiFinal de FA Cup, Y. Touré actuó unos metros retrasado respecto a G. Barry. No excesivos pero sí visibles en varios momentos del partido. Es necesario matizar que no fue una tónica perenne en la totalidad del partido pero la visualización de tal hecho se torna como diferente a la expresada en anteriores campañas. Si en esas referidas el africano fue elogiado hasta niveles máximos por su rendimiento cerca del área rival, lo que se está presenciando dista en exceso. Normalmente el jugador que poseía el balón era el encargado de aumentar su posición, si bien ninguno de los dos llegó a interactuar en posiciones de ¾ rival. Sea como fuere la opción de utilizar a Y. Touré en el centro del campo se está manteniendo. Incluso contando con Javier García en el banquillo y Silva lesionado.

G. Bale al espacio
En un partido donde no estaba actuando en demasía Bale inicia y culmina siete minutos de máxima categoría. Habitando, curiosamente, en banda derecha. Aunque su posición de inicio fue la mediapunta, entrada la segunda parte comenzó a mover su ubicación hasta permutar por mencionada banda. Y ahí primero supo aprovechar las superioridades generadas con las subidas de K. Walker para asistir y los espacios que se generaban tras recuperación a la espalda de Clichy para anotar. Dos acciones que fueron diferenciales en un contexto que no era favorable. Pero el galés lo volvió a hacer. Y con su vuelta al terreno de juego la sensación de grandeza aumenta. Acaso aparece. Manchester City ha sido consciente de ello.


Como si fueran conscientes de que el espectáculo ofrecido en el primer periodo no había sido el adecuado, ni el esperado, ni siquiera el permitido; la salida del vestuario de ambos conjuntos fue tan explosiva como estimulante. Por lo que suponía y lo que dejaba entrever que iba a acontecer. Así, el Liverpool tuvo como máximo exponente principal a Sturridge, recién incorporado a la contienda. Su participación junto a Luis Suárez se hizo con los dos jugadores en el centro del ataque, compartiendo horizontal y conjuntándose en desmarques y movimientos.

Espacios segunda línea
Espacios entre defensas





























Suárez no es "9". Ni "10". Pero interactúa como ambos. Quizás razón matriz. Daniel no es "9". Ni extremo. Pero permuta. Complementariamente. Y la mejoría de los locales tuvo mucho que ver con estas puntualizaciones. Si bien es cierto que el Chelsea no argumentó en exceso en fase ofensiva, lo llamativo fue visualizar cómo aprovechaba dos jugadas a balón parado para situarse por delante en el marcador. Más allá de eso, nulidad. De hecho su actuación defensiva en el segundo tiempo tuvo varios momentos contraproducentes. Por lo que supusieron y lo que permitían.

Dos goles se debieron, en gran medida, a los espacios concedidos entre los centrales. Ahí tanto Sturridge como L. Suárez supieron sacar beneficio máximo para su equipo. Pero la productividad pudo ser mayor porque, en clara relación con ello, la llegada desde segunda línea también se veía autorizada. Obi Mikel y Ramires se encargaban de defender en área propia cuando la llegada del Liverpool se producía en número y la descoordinación habilitaba espacios. Ese síntoma de trato defectuoso acabó costando una victoria vital para la lucha por las plazas en la máxima competición europea. La capacidad para dominar un partido sin ofrecer y sin sufrir se vio por parte del Chelsea en los primeros 45 minutos. No enough. 

martes, 9 de abril de 2013

La importancia de contextualizar


El duelo entre los dos equipos de Manchester se presentaba con la carencia de un aliciente capital. Con la ausencia de un ingrediente diferencial. Y el producto, aunque mínimamente, se resentía. No obstante, para definir el sabor final se debía testar, quizás degustar, para finalmente juzgar. Y en esa situación reinante el contexto torna como presente. Porque no se puede entender el desarrollo de la Premier League sin contextualizar todo lo ocurrido en la última década. Por necesario e ilustrador.

Hay que remontarse a la temporada 1994 – 1995 para encontrar al último campeón de la competición nacional que no esté en el grupo europeo formado por Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal y Liverpool. Un total de ¡DIECISIETE! ediciones se han disputado desde aquel momento y de los mencionados sólo cuatro han conseguido campeonar. Esto es: Manchester United en 10 ocasiones, Arsenal en tres, Chelsea en tres y Manchester City en una.

Relación campeones Premier League desde 1994
Además, es necesario realizar la siguiente puntualización: los dos últimos expuestos han visto posible tal logro por la entrada/llegada de capital extranjero y privado a sus entidades. O, lo que es lo mismo, han experimentado un cambio radical sólo posible por un fenómeno contemporáneo, de cercana introducción. Y junto a los otros dos restantes se ubica el Liverpool, subcampeón en dos temporadas. Más allá de lo expuesto no se vislumbra ningún atisbo de variante. Por tanto, cuando se colocan exigencias y se demandan sus consiguientes resultados es arbitrario producirlo en referencia a lo vivido. A lo presente.

Las demandas de Roberto Mancini sobre el tiempo que necesita una entidad para configurarse como potente y referente en el panorama internacional no poseen, por tanto, tanto descrédito como se le vincularon en un primer momento. Porque, sencillamente, la situación del ManCity no se puede comparar con la reinante en Paris (PSG). Sin embargo, lo que a unos se le exige a otros se le presupone. Y en esa disyuntiva, cuando no se produce ni un evento ni otro, las diferencias vuelven a escenificar que el status quo se puede variar en un periodo de tiempo corto. Para prolongar se necesitan otros requisitos. Otras cualidades. De ahí la complejidad del objetivo. 

lunes, 8 de abril de 2013

About the weekend


Dos equipos que aún tienen que definir sus posiciones finales, si disputarán competición europea el próximo año o no y, en caso de producirse, cuál será; se medían en un duelo que servía para dar respuesta a varias de estas incógnitas. Tanto Tottenham como Everton debían comparecer sin la presencia de sus mejores futbolistas (Bale y Fellaini, respectivamente) por lo que, sin ninguna duda, las dudas acerca del rendimiento de ambos en un partido de máxima exigencia eran máximas. Y es que lo cierto establece que la dependencia en las últimas fechas sobre el primero y la incidencia en el juego del colectivo del segundo son capitales para entender la actuación en la presente campaña de ambas entidades.

Formación Tottenham

André Villas-Boas optó por juntar a todos los jugadores de corte combinativo que tiene en su plantilla en ¾ de campo rival. Así, Dempsey y Sigurdsson partían desde banda pero no jugaban continuamente en esa parcela. Holtby, mientras, se situaba inmediatamente después de Adebayor, jugando por primera vez desde hace varias citas en su demarcación idónea: en la mediapunta. Pero lo realmente llamativo fue ver cómo Dembélé presionaba en situaciones muy elevadas y la distancia respecto a Parker se incrementaba de manera considerable. El principal riesgo de tal acción residía en que si su presión no era efectiva y se superaba la zona central sólo iba a estar ocupada por un activo del Tottenham, aportando ello beneficios al rival.

Presión Dembélé

Y el Everton, reconocible con su característico 4.4.2, no varió la idea que ha mostrado en varios partidos ante rivales de máxima entidad. Ésta es: repliegue defensivo, solidez en la misma faceta y maximización de transiciones rápidas. En ese contexto volvió a destacar Mirallas, por su elaboración y posterior ejecución. Pero para un equipo que se va a jugar en las próximas citas su participación en Europa se antoja un tanto escaso. Como contraproducente el hecho de que el joven activo Barkley actuase en la banda derecha porque la interacción en su demarcación fetiche, la mediapunta, no existe al ser invariable lo matizado: “característico 4.4.2”.


Calendario inmediato del Tottenham: v ManCity, at Wigan, v Southampton, at Stoke City, v Sunderland, at Chelsea (PSTP).

Calendario inmediato del Everton: v QPR, at Arsenal, at Sunderland, v Fulham, at Liverpool, v WHU, at Chelsea.



Visitar el Artemio Franchi nunca es una tarea fácil. Máxime si se expone la temporada de los locales como gustosa y su hacer en feudo propio como adecuado. Porque el AC Milan es uno de los mejores equipos italianos en el presente año. De no producirse tal situación, la radicalización sería opuesta. Con todo lo que eso conlleva. Y a partir de ello, que no así, se plantaba el conjunto de M. Allegri para encarar el primero de los tres encuentros de elevada exigencia que afronta. De manera consecutiva. Con la (ansiada) plaza de UEFA Champions League en juego.

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El duelo entre los dos equipos de Manchester se presentaba con la carencia de un aliciente capital. Con la ausencia de un ingrediente diferencial. Y el producto, aunque mínimamente, se resentía. No obstante, para definir el sabor final se debía testar, quizás degustar, para finalmente juzgar. Y en esa situación reinante el contexto torna como presente. Porque no se puede entender el desarrollo de la Premier League sin contextualizar todo lo ocurrido en la última década. Por necesario e ilustrador.

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Cuando mantenerse es esperanzador


Visitar el Artemio Franchi nunca es una tarea fácil. Máxime si se expone la temporada de los locales como gustosa y su hacer en feudo propio como adecuado. Porque el AC Milan es uno de los mejores equipos italianos en el presente año. De no producirse tal situación, la radicalización sería opuesta. Con todo lo que eso conlleva. Y a partir de ello, que no así, se plantaba el conjunto de M. Allegri para encarar el primero de los tres encuentros de elevada exigencia que afronta. De manera consecutiva. Con la (ansiada) plaza de UEFA Champions League en juego.

De inicio la presión de Montolivo fue llamativa y elevada. Muy elevada. Tanto que su función en campo propio era marcar a Pizarro, el mediocentro posicional rival. El jugador del equipo contrario que se coloca en la misma posición que el italiano. Los metros que debía transitar eran bastante amplios y el desequilibrio en la zona central se producía, por tanto, con cada acción defensiva por marcaje individual. Pero, de forma directa, surtió efecto sobre la actuación de la Fiorentina. Sobre el devenir del partido, finalmente. Es evidente que lo positivo de tal decisión se centra en la recuperación del protagonista sobre Pizarro y el posterior gol, pero más importante para la totalidad del partido fue el continuo problema sistemático (y sintomático) que esto acarreaba.

Presión Montolivo

El recurso del balón aéreo con los centrales del equipo local como autores se tornó como un recurso recurrente. Y en un contexto donde el conglomerado se define por un toque de balón continuo, metódico y variable; las consecuencias no se sitúan en una concepción optimista. Ni Aquilani ni Borja Valero eran protagonistas con y sin el balón. Realmente pocas situaciones pueden ser más dañinas para el conjunto de Montella que la expuesta, puesto que se enhebra con otra igual de contraproducente: la falta de un delantero referencia. Fue una constante ver la movilidad de Jovetic y Ljajic en ¾ de campo, buscando la espalda de los centrocampistas rivales, sin un éxito mayor.

ACM en campo propio

No obstante, influenciado por la merma intelectual del juego de Flamini, la presión alta de Montolivo y la carencia de presencia de Muntari; el Milan jugó gran parte del encuentro con la totalidad de sus jugadores en campo propio. De hecho, incluso, la falta de coberturas y marcajes cercanos provocó que los espacios cerca del área propia se habilitaran para los rivales. Los tres hombres ofensivos, a pesar de ubicarse en campo propio, no realizaban una presión que pudiera considerarse como efectiva y el flujo de jugadores de la Fiorentina trataba de generar ocasiones de gol a través de los desajustes defensivos rivales.

Jugando con diez hombres la Fiorentina firmó una de las reacciones más llamativas y estimulantes (para el espectador aficionado) que se recuerdan. Porque la situación se había ampliado negativamente y porque la única opción real de actuación residía en lo ocurrido. Esto es: transiciones rápidas a área rival minimizando las combinaciones con la finalidad de explotar las carencias defensivas. Y en dos situaciones de marca individual, y consiguiente error, el cuadro de Firenze mantuvo las distancias con su principal rival. Existiendo las citas v Napoli y at Juventus para AC Milan lo ocurrido puede resultar decisivo. O simplemente esclarecedor. 

lunes, 1 de abril de 2013

About the weekend


Siendo festividad en muchos países de Europa, tan solo 43 horas después de finalizar su cita en Premier League el Chelsea afrontaba un nuevo partido. Esta vez ante el Manchester United con motivo del replay de los Cuartos de Final de FA Cup. El motivo reside en el empate conseguido en Old Trafford gracias a la variación de la tónica general por parte del conjunto de Rafael Benítez. Y, por ello, la acumulación de partidos empezado el mes de Abril es realmente potente. A saber: 8 partidos se deben disputar desde el pasado 30.03.13 hasta el próximo 21.04.13.

A pesar de ello las variaciones fueron mínimas en el esquema y en los nombres. Una vez configurada la presencia de jugadores menos habituales en el compromiso de Premier League, la alineación era de plenas garantías. Sin embargo, fue A. Ferguson el que cambió su planificación. La entrada de P. Jones en el centro del campo junto a Carrick supuso que Cleverley actuara en la banda izquierda, siendo un gran condicionante a la actuación ofensiva del lateral rival, Azpilicueta. Además, Javier Hernández era de la partida junto a Welbeck. Por tanto, quedaba dibujado un planteamiento que incluía un jugador en el centro del campo más y renunciaba a un extremo.

Cleverley en banda, Jones junto a Carrick

Y siguiendo la premonición de Robin van Persie en la previa del partido, cuando expresaba “you can not expect a great match”, el transcurso del mismo no era estimulante ni rico en detalles. Porque ambos equipos se conocen perfectamente y porque la única novedad que podía romper lo establecido era la mencionada en referencia a Cleverley. Hsata que, dando lugar al único momento de creatividad hasta el momento, Mata supo aprovechar el espacio y el tiempo concedido en ¾ de campo rival para asistir a Demba Ba.

Juan Mata

Esa falta de marcaje en una zona tan delicada, incluso existiendo dos jugadores en el centro del campo cuya función era erradicar estas situaciones, permitió que el guión de partido viviera un nuevo capítulo, desconocido hasta ese preciso instante. Y es que, eliminados de la UEFA Champions League y con el campeonato doméstico asegurado, ManU se jugaba seguir en tensión competitiva hasta el final de la temporada. Las variaciones de A. Ferguson no se hicieron esperar y, esta vez sí, modificaron la idea y el funcionamiento de los protagonistas.

Variaciones en ManU

P. Jones pasó a jugar como lateral derecho, Valencia adelantaba su posición hasta el extremo diestro, Welbeck primero y Young después habitaban en el otro extremo del campo y Robin van Persie acompañaba a Javier Hernández en la punta del ataque. Erradicada la presencia de tres centrocampistas, Giggs se ubicaba en el centro del campo unos metros por delante de Carrick y, de tal manera, hasta un total de cinco jugadores poseían claras tareas ofensivas. Pero, at the end of the day, las diferencias las marcaron el portero y el delantero. Cech y Bemba Ba. R. Benítez, consciente de ello, los elogia. “This is one of our best best goals this season for sure. It had very good technique and was very good difficult. After West Ham I said Demba is a very good finisher and you could see today. It was an important save and credit to [Petr]. When you have a good goalkeeper it is always healthy and it was a great save.” Porque sabe que los necesita.


En un partido que servía para definir las opciones reales del Inter de clasificarse para la próxima edición de la UEFA Champions League Stramaccioni decidió cambiar el esquema, de nuevo, para volver a los orígenes, para formar con un conjunto más compacto y para conceder menos espacios en área propia. Así, la defensa con tres centrales volvía a ser la implantada ante un rival que, curiosamente, también promulga tal disposición. La salvedad, obviamente, residía en que la Juventus no implantaba ninguna novedad en su alineación. Así, los que modificaban su idea por amoldamiento al rival eran los visitantes. El equipo más débil.



Uno de los partidos más exigentes que le quedaban al PSG en Ligue1 era v Montpellier. Si bien pocos dudan ya de su conquista en el campeonato nacional al término del mismo, el enfrentamiento contra el vigente campeón le suponía unos índices de compromiso altos. Por tres factores principales: 1. Partido a disputarse ante Montpellier, rival exigente. 2. Partido a disputarse tres días después de los compromisos nacionales de sus jugadores. 3. Partido a disputarse en la víspera de los Cuartos de Final de UEFA Champions League (v FC Barcelona).