martes, 12 de febrero de 2013

Miradas en profundidad


La temporada pasada el O. Lyon vivió momentos extraños, no habituados a experimentar. En buena medida era la esencia del cambio que se estaba gestando en Francia y, un club tan modesto como el Montpellier, marcaba las diferencias finales en 18 puntos. Un abismo con repercusiones directas, tanto económicas como deportivas: la UEFA Champions League no se volvería a disputar en el presente año y los ingresos por participar en UEFA Europa League no aguantaban la comparación. Pero el proyecto era novedoso, sin una búsqueda de resultados inmediatos y con una confianza clara y sólida sobre nuevas figuras, jóvenes valores de la entidad.

Su actuación en Ligue1 difiere en forma y fondo a la de hace escasos meses. Tanto es así que hasta hace escasas dos jornadas era la alternativa real al PSG en la lucha por el campeonato. Lo sigue siendo, a pesar de esa desventaja que ya les sitúa a dos partidos de los de Ancelotti. Varias pautas de juego son evidentes y la idea se mantiene con R. Garde. A continuación, de manera detallada, se exponen.

6 jugadores en línea

Ante equipos que le plantean, de inicio, una manifiesta superioridad O. Lyon no posee ningún reparo en retroceder metros, ceder el balón y mantener las líneas defensivas muy juntas. No se quiere conceder espacios y, cómo se exhibe en la imagen, se agrupan hasta ¡SEIS! jugadores a la altura de la línea del área. Las opciones para el rival son escasas pero la situación les ubica muy cerca de la portería. Ésa, en cierta medida, es la cuestión: colocarse cerca del esférico propio (con las consecuencias que conlleva) para erradicar cualquier espacio o realizar una presión más adelantada. La tónica establece lo primero cuando el planteamiento es defensivo, cuando se considera al rival superior; y la segunda se produce en el resto de citas.

Presión dos jugadores ofensivos

Cuando se adelantan líneas para intentar dificultar la salida de balón rival el mediapunta se coloca a la misma altura que el delantero para tener a dos jugadores sobre ese espacio de acción. Normalmente se centra la atención en el hacer de los defensas, si bien la opción de los laterales no se tapa tanto por mantener a los extremos más recogidos, más retrasados. De producirse un balón aéreo la fórmula obtiene resultado pero de mantener la serenidad en esta circunstancia el equipo rival la primera línea de dos hombres se supera y, ahora sí, se producen espacios en la zona central.

MP

La figura del mediapunta siempre aparece en el esquema de R. Garde. En el 4.2.3.1 que utiliza esa demarcación suele ser ocupada por L. López o Grenier. Es el acompañante, unos metros por detrás, de Gomis y su aparición se entiende en un contexto de tres hombres en línea ofensiva. Para su taponamiento el rival debe ubicar a un mediocentro sobre su persona o habilitar a un defensa central para que sea el encargado de acudir a todas las recepciones rivales. El mediapunta, en términos generales, se considera como un desestabilizador porque de realizarse en óptimas condiciones su función el aporte es máximo. La mejor manera, obviamente, para los contrincantes reside en la marca individual. La zonal, cuando se produce algún fallo de coordinación, dinamita toda la estructura defensiva.

Apoyo lateral en salida

Sólo una vez se ha visto jugar con tres centrales al O. Lyon. El contexto lo evidenciaba en París y ante el máximo rival. Este hecho, sin ser constante, sí mantiene similitudes en el juego que cuando se actúa con dos centrales. Es lo referente a la salida de balón con el apoyo del lateral, puesto que cuando se juega con 4.2.3.1 uno de los mediocentros reduce metros para ofrecer una opción más y el lateral de ese lado en el que transcurre la acción avanza buscando ser una pieza sin marca fija. Abriendo el campo se define la variante más utilizada a la hora de superar la primera línea de presión y el carácter ofensivo es un buen nexo con los extremos. En apenas cuatro toques el balón puede recaer sobre uno de ellos y, de tal manera, el balance ya se convierte en ofensivo.

Defensa mixta en saque lateral


En las jugadas a balón parado se opta por la defensa mixta. Esto es: defensa individual sobre los atacantes rivales y los jugadores que quedan libres realizan una defensa zonal sobre la primera zona de reacción, la más cercana a la barrera. Favorece a que los apoyos, en caso de necesitarse, se puedan provocar sin dejar a ningún componente sin marca aunque la comunicación, en este sentido, es imperial para la correcta realización. Para el éxito defensivo. 

Otra nota común ha sido ver jugadores jóvenes entrenado en las rotaciones e, incluso, a muchos jugadores de la segunda plantilla. Es el caso de Grenier, Ferri, Benzia, Zeffane, Ghezzal, Martial… Nombres que destacan en categorías inferiores y otros que ya son partícipes de minutos con R. Garde. El enfoque es prolongado. La exigencia máxima a este combinado se debe realizar dentro de 2-3 años. Se está formando un equipo para ello.

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