miércoles, 16 de enero de 2013

Pragmatismo con tres matices

Pocos podían visualizar una temporada tan óptima, como la acontecida hasta el momento, del Olympique Marseille. El desastre acaecido la campaña anterior y la falta de refuerzos en el mercado de verano eran síntomas de clara debilidad. No obstante, el trabajo de E. Baup supone que a finales del mes de Enero el conjunto más grande e importante de Francia esté a tres puntos del líder jugadas las primeras 20 jornadas. Pero, a partir de ahora, el enfoque se realiza contando con otro jugador menos. Como ya ocurriera con A. Diarra, Azpilicueta y Mbia; L. Rémy ingresa en la Premier League 10.5 millones de euros mediante. 

"XI" tipo O. Marseille


Así, uno de los jugadores más importantes en la primera vuelta causará baja aunque, presumiblemente, el modelo de juego del OM no se modificará en exceso. Partiendo de tres puntos principales de actuación se visualizan pautas de comportamiento en un conjunto carente de jugadores técnicos pero efectivos y pragmáticos. Son aspectos a tener en cuenta para entender por qué el PSG está encontrando mayor resistencia para ganar la Ligue1 de la esperada en primera instancia.

1. Doble línea de 3 



















Siendo el esquema propio al 4.2.3.1 con Barton y Cheyrou en el centro del campo, cuando el rival comienza a construir su jugada desde la primera línea la formación del O. Marseille pasa a confeccionarse con dos claras líneas de tres hombres. En ocasiones un extremo retrasa su posición para actuar como interior y apoyar a Barton en la zona media debido a que Cheyrou se coloca como pivote posicional, más cerca de los defensas; o Valbuena retrasa su posición desde la mediapunta hasta el centro del campo para realizar la misma función.

Esto es posible porque la presión nunca es demasiado elevada y porque la idea es esperar en el propio campo con una estructura definida y sin concesión de espacios. Por contra, en ocasiones la salida de balón de los centrales rivales no se ve afectada en exceso y esto, obviamente, puede terminar resultado perjudicial para la faceta defensiva del OM. Un equipo con capacidad para dominar el partido a través del balón ve en esta presión poco intensa y elevada un aspecto favorable a destacar.

2. Acumulación en un mismo perfil




Quizás sea Barton el jugador del centro del campo que más capacidad tiene para retener el balón con garantías y aportar al colectivo a partir del mismo. Pero sin ser esa faceta un imperante un su juego, lo cierto es que la basculación del OM en ciertos momentos es deficitaria por recurrir al fallo organizativo primordial. Esto es: una vez la posesión del balón se ubica en un sector del terreno de juego determinado, los apoyos que se pueden realizar no tienen por qué ser, de facto, en áreas cercanas. Esta premisa, sin embargo, no se sigue en el equipo francés al aglutinar a varios jugadores en pocos metros de acción cuando la presión es un tanto intensa por parte del rival.

Incluso, como se puede ver en la imagen, el lateral izquierdo llega a situarse en el centro del campo, ofreciendo Cheyrou un apoyo a escasos metros que en ningún grado de efectividad va a resultar positivo para el equipo. Debido a ello, tanto el mediapunta como el delantero centro retrasan varios metros su posición hacia la misma parcela, no existiendo línea de pase posible por la conglomeración de efectivos. Tanto la organización como la estructuración del equipo no siguen unas pautas concretas y el juego se resiente.

3. Valbuena mediapunta



Valbuena posee una libertad absoluta en el esquema de E. Baup. Su incidencia en el juego se puede localizar tanto en la posición de mediapunta como escorado a una banda. Pero siempre, como nota predominante y común, en ¾ de campo rival. Ahí es donde interactúa con los extremos y el delantero de su propio equipo, existiendo en su persona la responsabilidad de proporcionar combinaciones y generar situaciones de peligro al habitar entre los centrocampistas y los defensas rivales.

A pesar de la salida de Rémy se descarta, por el momento, que pueda actuar con un rol de falso 9. Gignac parece no tener ningún tipo de competencia una vez confirmada esta venta y su estado de forma se torna como capital para entender los registros goleadores del equipo. Al ser un jugador, Valbuena, que necesita contacto con el balón en ciertos momentos se ha vislumbrado su presencia en zonas más retrasadas como complemento para la salida de balón. Pero no es lo predominante ni reiterante y su capacidad de inventiva resulta fundamental. 


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